EN EL AÑO PAULINO Y EL AÑO SACERDOTAL CINCO NUEVOS SACERDOTES PARA LA DIÓCESIS DE ZÁRATE-CAMPANA
Invitamos a todos a participar de la celebración, para acompañar a un nuevo hermano sacerdote y pastor para el Pueblo de Dios, a la vez que adelantamos, para consideración y meditación, las lecturas bíblicas de la celelebración eucarística:
“Apacentad el rebaño de Dios, que os ha sido confiado”
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 5, 1-4
Exhorto a los presbíteros que están entre ustedes, siendo yo presbítero como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo y copartícipe de la gloria que va a ser revelada. Apacienten el Rebaño de Dios, que les ha sido confiado; velen por él, no forzada, sino espontáneamente, como lo quiere Dios; no por un interés mezquino, sino con abnegación; no pretendiendo dominar a los que les han sido encomendados, sino siendo de corazón ejemplo para el Rebaño.
Y cuando llegue el Jefe de los pastores, recibirán la corona imperecedera de gloria.
Palabra de Dios.
SALMO
R/. Tú eres sacerdote para siempre,
a la manera de Melquisedec.
Dijo el Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha,
mientras yo pongo a tus enemigos
como estrado de tus pies.» R.
El Señor extenderá el poder de tu cetro:
«¡Domina desde Sión, en medio de tus enemigos!» R.
«Tú eres príncipe desde tu nacimiento,
con esplendor de santidad; yo mismo te engendré como rocío,
desde el seno de la aurora.» R.
El Señor lo ha jurado y no se retractará:
«Tú eres sacerdote para siempre,
a la manera de Melquisedec.» R.
Antífona:
Dice el Señor: Yo soy el buen Pastor:
conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí.
El buen Pastor da su vida por las ovejas
X Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 11-16
Jesús dijo:
Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y la dispersa. Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas.
Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí – como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre – y doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor.
Palabra del Señor.
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